Los transformadores eléctricos permiten aumentar o disminuir la tensión eléctrica sin disminuir la potencia, convirtiéndose en parte esencial del sistema eléctrico en cualquier zona, ya sea rural o urbana. Para evitar daños, los transformadores poseen capas de aislamiento tanto eléctrico como térmico; constituido por el aislamiento líquido (aceite) y el aislamiento sólido (celulosa): materiales orgánicos que están sometidos a alteraciones químicas bajo la influencia de humedad, oxígeno, calor; y catalizados por el material de bobinado (cobre, aluminio) y el hierro.
Los transformadores son equipos eléctricos fundamentales para nuestros procesos productivos y, por ello, inspecciones periódicas son fuertemente recomendadas para monitorear la temperatura de operación del transformador, las variables eléctricas de interés y el aceite como material aislante. Estas revisiones pueden ahorrar daños, grandes costos innecesarios y son fundamentales para tomar acciones necesarias con el fin de prolongar la vida útil de la celulosa y en consecuencia del transformador. Todos los componentes del aislamiento deben ser diagnosticados y monitoreados apropiadamente ya que son la base de los diferentes procedimientos de mantenimiento que acompañarán al transformador a lo largo de su ciclo de vida.
Un buen plan de mantenimiento debe comenzar con una completa inspección visual, que permita verificar el estado general del transformador, la ausencia de filtraciones de aceite, la limpieza de los aisladores de alta y baja tensión y el funcionamiento de los equipos auxiliares del transformador (indicadores de temperatura, de nivel de aceite, ventiladores y equipos de monitoreo en línea, si los tiene). De igual modo, debe considerarse una inspección termográfica para detectar posibles puntos de calentamiento localizados -por lo general- en los terminales y en el radiador, también la realización de pruebas eléctricas (relación de transformación, nivel de aislamiento y resistencia de devanados) y, por último, la toma de muestras de aceite para ensayos tanto físico-químicos como de análisis de gases disueltos. Las periodicidades de los mantenimientos a realizar deben ser establecidos tomando en cuenta las condiciones de operación, el resultado de las inspecciones visuales, los resultados de las pruebas eléctricas y de los ensayos del aceite.
Si un transformador tiene varios años de uso, se recomienda realizar el mantenimiento periódico anual, con su respectivo informe o bitácora de mantenimiento. El conocimiento detallado del funcionamiento, ciclo de vida y tecnología de punta involucradas en el mantenimiento, diagnóstico y construcción de trasformadores eléctricos en conjunto con una alta calidad humana en nuestro staff; hace de MELECTRA la opción idónea para la revisión periódica de subestaciones y transformadores. Poseemos personal altamente especializado, con gran experiencia en el cuidado, reparación y fabricación de transformadores secos baja baja y todo lo relacionado con inspecciones, fallos, diagnósticos y pruebas eléctricas. Nuestros clientes confían en nosotros y cada año nos lo ratifican.
Recuerde que los costos por daños en su equipo, su reemplazo por falta de mantenimiento o un diagnóstico equivocado; suelen ser considerablemente mayores a los costos de un adecuado mantenimiento.
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